Suecia pasó a Dinamarca la corona del concurso Eurovisión

Dinamarca ganó el sábado la edición 2013 del concurso Eurovisión de la canción, realizada en la ciudad sueca de Malmö, con la canción «Only Teardrops», de Emmelie de Forest.

La representante dinamarquesa, quien ya era considerada franca favorita para ganar la competición, se quedó con el trofeo por delante de otros 25 finalistas en una lujosa ceremonia acompañada por millones de personas en toda Europa a través de la televisión.

De Forest capturó 281 para Dinamarca con su presentación, y dejó atrás a los representantes de Azerbaiyán (234 puntos) y Ucrania (214).

Dinamarca había ganado este famoso concurso por última vez en el año 2000 (que también se realizó en Suecia) cuando los Olsen Brothers cantaron «Fly on the wings of love».

En la noche de este sábado, de Forest, de apenas 20 años, salió al escenario con los pies desnudos, su marca registrada desde el inicio de su carrera, mientras la pantalla mostraba fuego ardiendo. Desde que ganó la semifinal el pasado martes, de Forest ya era considerada la favorita excluyente en las casa de apuestas.

La joven estrella tuvo el apoyo de una numerosa legión de compatriotas, ya que la ceremonia final de Eurovisión, en Malmö, queda a escasos kilómetros de la frontera dinamarquesa.

«Creía mucho en esta canción, pero creo que lo más emocionante de Eurovisión es que uno nunca sabe qué puede pasar», dijo De Forest en una conferencia de prensa poco después de recibir su trofeo.

En tanto, Azerbaiyán se quedó con el segundo lugar. Farid Mammadov cantó la balada «Hold me» mientras danzaba moviéndose en simetría con una bailarina metida en una caja de vidrio.

Aunque Mammadov nunca logró realmente amenazar la coronación dinamarquesa, su desempeño vocal y escénico le valió una fuerte puntuación en la mayoría de los países donde era posible registrar el voto.

En tanto, la ucraniana Zlata Ognevich, que cantó una canción titulada «Gravity», causó sensación al ingresar al escenario en los hombros de un ‘gigante’, de 2,34 metros de estatura, que -según dijo más tarde- representaba su fuerza interior.

Grecia se situó en los primeros lugares desde el inicio de la votación pero gradualmente fue quedando relegada, calmando así temores de que una eventual victoria obligue a los griegos a ser sede de la edición del próximo año en el costoso concurso.

El país, azotado por la crisis económica, había decidido inicialmente no participar, ante los elevados costos, pero revirtió esa decisión después que una red privada de televisión decidió financiar la presencia de los representantes griegos en la final.

Los griegos Koza Mostra y Agathon Iakividis llevaron a Eurovisión una canción llamada «Alcohol is free», que describe con metáforas el sufrimiento de sus compatriotas ante la severa crisis económica.

En esta edición, precisamente, Suecia se propuso reducir los costos de producción de la multimillonaria final de Eurovisión, en especial después que la edición del año pasado, organizada en Azerbaiyán, costó casi 800 millones de euros. De acuerdo con informes preliminares, la fiesta sueca costó menos de 20 millones de euros.

Con una audiencia televisiva estimada este año en alrededor de 125 millones de espectadores, el concurso final de Eurovisión es uno de los mayores eventos del mundo.

Este año, sin embargo, Suecia sorprendió a todos al dejar claro ya en los ensayos preliminares que la ceremonia incluiría dos besos gays.

Estos dos besos podrían explicar la decisión de la televisión pública turca TRT de no retransmitir el evento, aunque oficialmente Turquía se refirió a la baja audiencia del festival en su país para no participar.