La intención del convenio es que los jóvenes de ambos países puedan trabajar en el otro, ofreciendo “una oportunidad de ejercer una actividad remunerada con el propósito de ayudarlos a solventar su estadía, incrementar su experiencia laboral y mejorar el conocimiento del idioma, la cultura y la sociedad del otro país”, tal como lo afirma la letra del acuerdo conocido en el día de hoy.
El programa, que entró en vigencia el pasado 1 de noviembre, permitirá a los jóvenes de la Argentina y Suecia obtener una visa de vacaciones y trabajo siempre que tengan entre 18 y 30 años, posean un pasaje de regreso o fondos suficientes para adquirirlo, cuenten con fondos suficientes para su manutención durante el período inicial de su estadía y un seguro médico y de internación integral, válido durante el período de su estadía.
Los jóvenes podrán vivir un año en el otro país y, según el acuerdo, “podrán tomar un empleo como actividad secundaria durante sus vacaciones y no como el objetivo principal de su visita”. Según acordaron ambos países con la firma de Anna-Karin Eneström, directora general de asuntos políticos de Suecia, y Gustavo Zlauvinen, subsecretario de RREE argentino, las solicitudes de visa se cursarán a través de las respectivas embajadas.
La Argentina se suma así a otros países que ya han firmado acuerdos similares con Suecia, tales como Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Chile y Corea del Sur.