
Un grupo de solicitantes de asilo, en su mayoría sirios, que fueron trasladados a Östersund para residir en ese lugar durante el inicio de su estadía en Suecia, se niega a abandonar un autobús que los transportaba hasta el lugar. Alrededor de 40 refugiados, de un total de 58, pasaron la noche en el transporte colectivo, en protesta por considerar que el lugar asignado para su estadía está muy aislado de las grandes urbes. El grupo reclama volver a Malmö, la tercera ciudad en importancia de Suecia.
-Esto es como una cárcel, en el medio del bosque. Podría quedarme aquí algunas semanas pero no nueve meses, declaró uno de los refugiados. Algunos de los asilados amenazan con iniciar una huelga de hambre.
Las autoridades intentan resolver el conflicto sin el uso de la fuerza.
(Fuentes: DN y Aftonbladet)