Profesores nativos sí, pero sobre todo expertos

Esta nota es un resumen de un artículo publicado en el prestigioso diario español El País por Pilar Álvarez. El Instituto de Cultura Sueca coincide plenamente con los criterios aquí expuestos

Es mejor recibir clases de un profesor nativo? ¿Cuáles son los requisitos indispensables que debe cumplir un docente de idiomas? ¿Y cuál es el estado de salud del aprendizaje de otras lenguas en España?

No existe un único perfil válido para estos docentes. En lo que coinciden los distintos especialistas consultados (y también los representantes de las principales asociaciones de padres de alumnos) es en que lo importante no es tanto que el profesor sea nativo como que sea buen profesor. “Lo fundamental es no tener posiciones ideológicas”, reflexiona Rot Pryde, director en España del British Council, una institución con más de 75 años de trayectoria que en estos momentos forma a 750.000 profesores de inglés en India. “La gran mayoría de los profesores del mundo no son nativos, sino ciudadanos del país”, añade Pryde. “El requisito imprescindible de nuestros profesores en España es que tengan una buena formación, que conozcan el inglés y el español muy bien y que estén al tanto de lo último en fórmulas de enseñanza”.

El punto de vista es similar en el Instituto Cervantes, la gran institución embajadora del español. “No reclamamos a nuestros enseñantes que sean nativos, sino que dispongan de una licenciatura, que tengan competencias comunicativas, que comprendan los procesos de aprendizaje y conozcan el origen de las palabras, la gramática y el vocabulario”, explica Richard Bueno, subdirector académico del Cervantes, que cada año trabaja con unos 1.000 docentes de los que la gran mayoría (97%) son nativos, aunque no sea un requisito imprescindible. Tampoco es una condición excluyente en el British, aunque la “inmensa mayoría” de sus 750 profesores en España son británicos, según una portavoz de la institución. En el Cervantes y el British Council la mayoría son autóctonos

“Cuando uno enseña su primera lengua tiene más seguridad, por ejemplo, a la hora de colocar una preposición, pero eso se puede estudiar. Lo importante es hacer hincapié en la formación del profesorado y apoyarse en las nuevas tecnologías. Los recursos de audio o de vídeo son infinitos frente a problemas de pronunciación”, apunta Bueno.

Las dos instituciones reconocen las ventajas de un enseñante que transmite su lengua materna. “Lo mejor es pensar para qué necesitamos cada perfil. Los no nativos pueden fallar en el conocimiento de la cultura contemporánea de un país, pero conocen muy bien el idioma de sus alumnos y los puntos débiles o los false friends”, señala Pryde en referencia a los falsos amigos, aquellos términos que se asemejan en dos idiomas pero tienen significados diferentes, como sensitive, que significa sensible, no sensitivo. “El nativo usa un lenguaje muy actual, pero no siempre sabe cómo analizarlo. En casi todos los casos son grandes auxiliares de conversación, pero no necesariamente buenos docentes. Creo que el profesor ideal es una mezcla de ambos”, reflexiona.