El crédito sueco encarece al vecindario donde los hombres odiaban a las mujeres

Escrito por Janina Pfalzer y Niklas Magnusson / ©2013 Bloomberg News
Martes, 11 de Junio de 2013 15:03
Una de las atracciones más populares de Estocolmo es un recorrido guiado por las calles del distrito de Soedermalm en el que transcurre el exitoso libro “Los hombres que no amaban a las mujeres”, de Stieg Larsson. Comprar una vivienda en el ex vecindario de clase trabajadora es ahora mucho menos accesible. Un apartamento de 55 metros cuadrados (592 pies cuadrados) de un dormitorio en Hoegalidsgatan, en el vecindario donde creció la heroína de Larsson, Lisbeth Salander, se vendió el mes pasado en 3.75 millones de coronas (US$569.000), un 17 por ciento por encima del precio pedido, tras una guerra de ofertas entre nueve compradores.

Ese nivel de demanda es típico de la capital sueca, donde la escasez de construcción, un auge demográfico y tasas hipotecarias por debajo de 3 por ciento han hecho subir los precios en el centro de Estocolmo un 35 por ciento desde principios de 2009. La toma de crédito para compras de viviendas, por su parte, ha impulsado un endeudamiento récord en todo el país. Eso genera preocupación en las autoridades respecto del posible perjuicio para la economía y disuade al banco central de bajar las tasas a pesar de que los exportadores suecos dicen que es necesario tomar medidas para debilitar la moneda a los efectos de proteger miles de empleos.

“Si se combina la escasa construcción de viviendas con el buen acceso al financiamiento, los precios suben”, dijo el 27 de mayo el gobernador del Riksbank, Stefan Ingves, en una entrevista en Estocolmo. Suecia necesita “incrementar de una forma u otra la oferta de viviendas, dado que durante mucho tiempo la construcción ha sido muy baja en ese sector”, dijo Ingves, que ha advertido sobre los riesgos del creciente endeudamiento de las familias.

 

Precios en aumento

En momentos en que la tasa de préstamos para viviendas a tres meses de la mayor entidad crediticia hipotecaria de Suecia, Swedbank AB, es de 2.94 por ciento, el nivel más bajo desde noviembre de 2010, los precios de los apartamentos en todo el país han trepado 11 por ciento en los últimos 12 meses. En Estocolmo, donde vive más de la quinta parte de los 9.6 millones de habitantes del país, los precios subieron 9 por ciento, mientras que en Gotemburgo, la segunda mayor ciudad de Suecia, son un 13 por ciento más altos, según datos de Svensk Maeklarstatistik.

Eso ha llevado al Riksbank a experimentar problemas para contener el aumento del endeudamiento, que ha alcanzado un promedio récord de 174 por ciento de los ingresos disponibles. El Fondo Monetario Internacional recomendó el mes pasado que Suecia incremente las restricciones hipotecarias para prevenir una burbuja inmobiliaria y evitar que el endeudamiento de los consumidores se descontrole. Al actual ritmo de amortización, las familias suecas necesitarán un promedio de 140 años para reembolsar sus préstamos para viviendas.

Suecia y Finlandia son los lugares de Europa que más probabilidades tienen de sufrir un derrumbe inmobiliario y “pronto podríamos observar una corrección de los precios”, dijo Commerzbank AG en un informe del 17 de mayo. Danske Bank A/S dijo en marzo que las propiedades residenciales en Suecia están más de un 20 por ciento por encima de su valor y contempla una declinación de los precios de 5 por ciento este año y de 2.5 por ciento en 2014.

Por ahora, hay pocos indicios de un debilitamiento del mercado en Estocolmo.

El apartamento de Soedermalm, ubicado en un edificio gris de principios del siglo XX, cerca de donde los turistas siguen los pasos de Salander y el periodista económico Mikael Blomkvist, de la trilogía “Millennium”, se vendió a US$10,341 el metro cuadrado.

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